florecer en bienestar
DAURA me recuerda la idea de ciclo, de repetición sagrada, como la del viaje del alma hacia sí misma. Entre calma y cura, también hay DAURA. Tiene sintonía con la palabra "dawr" en árabe, que significa círculo, rotación, retorno, relacionada con los movimientos espirituales del cosmos. DAURA es la luz dorada que te acompaña. Un hilo de unión entre el que eres, el que sientes y el que necesita ser cuidado.
Mi nombre es Joana Maria y nací en Selva (Mallorca) aunque también tengo raíces andaluzas. Estoy muy agradecida a mi abuela materna porque ella me mostró mi don y sensibilidad a través de las manos. Después de dedicar las dos primeras décadas de mi vida profesional a los medios de comunicación y al sistema educativo, llega el día en que decido responder a este llamado interior de acompañar a través del tacto y la conciencia.
Desde el 2016, cuando me certifiqué como Educadora de Masaje infantil por IAIM (International Association of Infant Massage), me he ido formando y experimentando en prácticas corporales integradoras procedentes de varias culturas y tradiciones. Desde el tacto consciente, conecto con la raíz de estas técnicas como camino de presencia, sanación y memoria del cuerpo. Así mismo, el hecho de vivir rodeada de naturaleza, las experiencias entorno el arte visual, la danza y la conexión con los niños siguen siendo fuente para conectarme con la expresión y la escucha del cuerpo.
Mi vocación es contribuir a mejorar las relaciones humanas a través de una comunicación enfocada hacia el desarrollo sostenible.
Los masajes que ofrezco son rituales conectados al paisaje y a la esencia de Mallorca. Son una experiencia corporal y energética concebida para favorecer la relajación, el bienestar y el retorno a una escucha profunda del cuerpo. Atendiendo las necesidades de cada persona, con movimientos fluidos, continuos, rítmicos y sostenidos, voy combinando técnicas ancestrales de raíces indígenas, orientales y occidentales.Con una escucha atenta e integradora del sistema nervioso, se va despertando la energía vital que hay dentro de ti. Con humildad y presencia, cada sesión se convierte en un espacio seguro donde puedes relajarte y renovarte, liberando tensiones y encontrando equilibrio.
Las manos danzan con aceites vegetales puros que hidratan, arraigan y armonizan creando una sinergia aromática para afinar el campo energético de cada persona.Un masaje holístico en beneficio del sistema nervioso, la circulación, la musculatura y la respiración, para que el cuerpo pueda descargar tensiones, integrar emociones y regenerarse.
Cada sesión es única, guiada por mi escucha intuitiva y una actitud respetuosa y silenciosa. Es un ritual de vuelta a casa, desde el tacto. Un encuentro íntimo con el cuerpo, la respiración y el sentir.Las sesiones tienen lugar en escenarios diversos: naturaleza, hogares y espacios acogedores de la isla.La duración es de 60 o 90 minutos.